dijous, 1 d’agost del 2013

AQUÍ NO SE RINDE NADIE!!!!


Pues así es amigos... la vida da muchas vueltas....



No se si lo he comentado alguna vez por aquí, pero no esta de más recordarlo jeje...

Desde los 5 hasta los 25 años jugué a baloncesto con a veces más pena que gloria, aunque tuve la oportunidad de jugar en buenos niveles e incluso enfrentándome a Barça, TDK Manresa, Hospitalet, Joventut, etc... etc... Más de 20 años dándole a la pelota naranja desde el colegio, pasando por el Club Bàsquet Vilanova y finalmente en el Samà, tambíen de Vilanova, y Cubelles. Disfrutando de lo que te puede dar este deporte y como no aprendiendo de lo que te quita. 

Pues bien, en el momento de dar el salto del colegio al club, en edad cadete, se hicieron unas pruebas en las que participamos todos los de mi generación, que os puedo asegurar que tenía mucha calidad! Así pues, y con mucho esfuerzo me admitieron y pase a jugar en el Vilanova. En la edad cadete había un entrenador, del cúal no mencionaré su nombre, con el que todos los chicos que entrábamos queríamos jugar para él, ya que siempre había conseguido grandes hitos deportivos. Precisamente, estos hitos y su fama le permitían hacerse el equipo a su medida, y escoger de los chicos que entraban a los mejores para su equipo, además de ser el coordinador de la edad cadete y dirigir los entrenamientos grupales o en bloque que se hacían una vez por semana. 

Yo en esa época era más bien de constitución rechoncha, y no había crecido nada, mientras que tenía compañeros que parecía incluso que ya habían hecho la "mili" (A los que a más de uno ahora le saco un palmo), pero aunque me faltara físico lo suplía con disciplina y la verdad tenía bastante calidad. Aún así, a este entrenador no le valía, y en cada entrenamiento grupal se mofaba de mí, e incluso llego a decirme en un entrenamiento que "ASÍ DE GORDO, NO VALES PARA EL DEPORTE", frases y cosas que la verdad, a un chico en plena edad de formación no son las más adecuadas. Por suerte, yo me las tomé como un reto y ya empecé a callarle la boca metiéndole 38 puntos a su equipo de estrellas en el torneo de final de temporada.

Y preguntareís, ¿a que viene esto con el triatlón? Pues muy sencillo...

El martes pasado entré a mi hora a nadar y sin darme cuenta me encontré nadando en el mismo carril de la piscina que este señor. Entre serie y serie me paré y el se paró a mi lado. Y entablamos una amigable conversación que acabo con lo siguiente, y cito: 

E (Entrenador): ¿Así que triatlón eh? Muy bien! A mi me gustaría ponerme, cuanto entrenas a la semana?
F (Franky): Depende de lo que me pone el entrenador pero entre unas 12 y 18 horas semanales y como me lo pueda combinar con el trabajo.
E: ¡JODER! Tiene mucho sacrificio pues.
F: No es sacrificio si disfrutas haciéndolo. 
E: Cuanta razón tienes. Me sorprende gratamente que de los de tu generación tú seas el más deportista.
F: Gracias por el halago. Yo también debo agradecerte la disciplina y la cultura del esfuerzo que me obligaste a inculcarme a mí mismo, gracias a tu "comprensión" hacía un gordito adolescente ahora estoy donde estoy. Si me disculpas debo seguir con mi serie. Me ha alegrado verte de veras. 

Y seguí con mi serie y el ya se fué. 

Con esta historia quiero transmitir que nada ni nadie nos quité nuestros sueños. Este señor en mi época adolescente intentó minarme, pero no lo consiguió. Muchos lo intentarán, nos/os dirán que no puede hacerse, que es imposible. OLVIDAOS DE ELLOS, sed dueños de vuestros sueños y luchad por ellos, porqué os puedo asegurar que lo que más rabia le da a este tipo de gente como este entrenador no es los comentarios o las frases que les sueltes, NO, lo que realmente le dolió, y os juro que lo vi en su mirada, fué verme hacer una serie de 200 metros a ritmo de competición, llegar con el gancho y  bufando, y repetirla a los 10 segundos como marcaba el entrenamiento, todo con aquella mirada de felicidad por estar haciendo lo que más te gusta. Le dolió ver que no consiguió ni conseguirá jamás doblegar la voluntad o la ilusión de aquel chico gordito que con 14 años iba a entrenar con la misma ilusión y ganas que con la que ahora, con 30 y unos kilos menos, se mete a nadar, coge la bici o hace series por el paseo de Vilanova.

SED DUEÑOS DE VOSOTROS MISMOS!!!!

BON CÔURAGE